Todo los relacionado con el adulto mayor tiene gran actualidad debido a la necesidad de que estas personas lleguen a mantener un estado de salud óptimo y se eviten enfermedades que por su carácter pueden ser muy costosas en el plano afectivo como económico, tanto para ellas como para la sociedad en general.
Aun cuando envejecimiento y enfermedad pueden no tener una relación directa, hay procesos del propio envejecimiento donde algunas funciones del organismo se ven seriamente afectadas.
Por ello, entre otras cuestiones relativas al adulto mayor se plantea la búsqueda de medios para mantener las capacidades mentales de estas personas como un foco de gran interés, especialmente en lo referente a la capacidad memorística, a la rapidez de reacción, así como la coordinación motriz y a la agilidad intelectual.
Los adultos mayores que han sido y son físicamente activos presentan una calidad muy superior de todas sus capacidades psicológicas
Se ha comprobado en comparación con las personas sedentarias de edades similares, las cuales carecen de una buena condición física y psíquica.
Cambios más importantes en el adulto mayor:
- Pérdidas de unidades musculares
- Cambios en el metabolismo
- Aumento de los umbrales de excitación muscular
- Aparición temprana de la fatiga
- Temblor muscular que dificulta la motricidad fina
- Alteraciones sensoriales que alteran la percepción de respuestas
- Procesamiento de la información más lento
- Alargamiento del tiempo de reacción
- Los procesos de memoria se ven mermados lo que dificulta los procesos de percepción, de decisión y control.
La varita mágica que amortigua estas manifestaciones del envejecimiento es la actividad física y el deporte. Entendemos por actividad física a la realización de cualquier movimiento.
La práctica de la actividad física o de un deporte por no menos de 30 minutos diarios durante tres a cuatro veces a la semana llega a transformaciones espectaculares del estado físico y psíquico del adulto mayor.
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